
Imagen nocturna del puente de las cadenas de Budapest con el Castillo de Buda al fondo
Estamos en Hungría, en una de las ciudades imperiales de la vieja Europa, Budapest. Os queremos hablar de uno de sus símbolos: el puente de las Cadenas. Su importancia ha sido vital en el transcurso de la Historia y se construyó para poder acceder desde la localidad de Buda hasta la de Pest. Y viceversa. Hoy en día, como bien habéis deducido, las dos ciudades son una sola, de nombre Budapest. Para terminar de aclarar su procedencia, deciros que en realidad se compone de una tercera ciudad, que se llamaba Óbuda. La fecha de la unificación, primer cuarto del siglo XX.
Su nombre oficial es el de puente Széchenyi, debido a que su creador fue el conde István Széchenyi. Antes de que se construyera este puente, el río que separaba las dos ciudades era infranqueable a pie, a menos que el agua se congelara en los fríos inviernos. Nos referimos al Danubio, el mismo que mantuvo separadas las dos ciudades. Por aquel entonces, sólo se podía cruzar si nos subíamos a un barco.
Se trata del puente más antiguo de Budapest y el más importante del Danubio. Desde él se tienen unas vistas increíbles de ambos lados de la capital húngara y cuando la oscuridad se cierne sobre su estructura, el puente de las cadenas se ilumina, coloreando el río con su calidez. Para verlo en plenitud, lo más aconsejable es subirnos al Palacio de Buda y contemplarlo desde allí.

Escalofriante fotografía del puente de las cadenas en la que se aprecia la crudeza de la guerra
Hungría no disponía de ningún puente permanente y el hecho de poder cruzar a pie o a caballo el Danubio únicamente en invierno era frustrante. De hecho el conde István Széchenyi, al tener que esperar en el año 1820 más de una semana para poder cruzar de Pest a Buda, ofreció su capital para que fuera posible realizar un puente que sirviera durante todo el año. Primero se pensó en un modelo como el del puente de Carlos en Praga, con varios pilares de apoyo, pero al final se optó por uno de cadenas.
El conde lo había visto con anterioridad en Inglaterra, en una obra del ingeniero William Clark. Le propuso diseñar el puente, aceptó y el proyecto lo ejecutó más tarde el escocés Adam Clark. Al coincidir en apellido, se decidió ponerle el nombre de Clark a una plaza colindante en su honor. Se tardo un total de 10 años en construirse y su inauguración se produjo el 20 de noviembre de 1849. Como habéis podido observar en la imagen superior, el puente fue destruido en la II Guerra Mundial. Tuvo que volver a ser inaugurado y se hizo para festejar su 100 aniversario el 21 de noviembre de 1949.
Varias son las leyendas que planean el puente al caer la noche y os vamos a contar tres de ellas como curiosidad. Empezaremos con la de un túnel que se encuentra justo a la entrada del puente de las cadenas, abajo del castillo. Se dice, se cuenta, de que durante los años de construcción del puente, se edificó un túnel para protegerlo del agua en caso de que lloviera y evitar así su deterioro. Tanto el puente como el túnel coinciden en longitud, he ahí la paradoja.

Detalle de uno de los cuatro leones del puente de las cadenas de Budapest, Hungría
Los suicidios siempre han sobrevolado el puente, en realidad la mayoría de los puentes, y la otra leyenda que os queríamos contar está relacionada con las cuatro estatuas de piedra de los leones que lo custodian. Todo transcurrió en la ceremonia de inauguración, cuando un zapatero, Jakub Frick, descubrió que los animales no tenían lenguas. Tras un breve murmullo, enseguida los asistentes empezaron a reírse y a burlarse del escultor, Janos Marschalko, que al sentir tal vergüenza, decidió acabar con su vida tirándose al Danubio desde el puente.
La realidad siempre se distorsiona y gracias a ello llegan hasta nuestros días historias muy curiosas. János Marschalko nunca se suicidó y le contaba su versión a todo aquél que quisiera escucharla. El escultor explicaba que los leones no son familia de los perros, sino de los gatos, y que por eso al jadear no muestran sus lenguas. Claro que, si nos fijamos bien, los leones sí que tienen lenguas pero están escondidas detrás de los colmillos.
La última leyenda dice que los leones, como guardianes de su país, cobrarán vida cuando Hungría se vea en peligro. Ellos serán los defensores ante el invasor.
Más información | Wikipedia
Fotografías | Disfruta Budapest, Wikipedia y Me Marcho a Budapest
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | Plaza de los Héroes, en Budapest