
Cientos de pasajeros afectados por el ‘overbooking’, a la espera de embarcar
Hay muchas maneras de haber comprado un billete de avión y no llegar nunca a coger ese avión. Una razón es simplemente la que ocurre cuando no controlamos muy bien el tiempo del que disponemos para llegar al aeropuerto, pasar los controles y embarcar. El resultado es perder el vuelo. Otra razón puede ser porque nos arrepentimos de la compra, o no nos atrevemos a coger el vuelo, es decir, no volamos porque hemos decidido no hacerlo. Y luego está la opción más difícil de comprender y que, sin embargo, es legal: que haya overbooking.
El overbooking, sobreventa o exceso de reservas, se define como el exceso de venta de un servicio (en este caso, de la venta de billetes de avión) sobre la capacidad real de la empresa.
Desde un punto de vista personal, lo que resulta más curioso es que sea legal. De hecho, es una práctica muy común entre las compañías aéreas y otras empresas relacionadas con el sector del turismo. Con el overbooking, buscan protegerse frente a cancelaciones de última hora. Prediciendo que algunos viajeros nunca llegarán a tomar el vuelo, venden más billetes que asientos reales haya en el avión, asegurándose así que el vuelo sale lleno y, por consiguiente, obtienen más beneficios.

Las compañías aéreas venden más asientos de los que realmente existen dentro del avión
Sin embargo, si nos encontramos en esta situación, hay que saber que la Comisión de Transportes de la Unión Europea dispone de una normativa que regula este tipo de circunstancias y establece que podemos exigir una compensación. La indemnización económica depende de los kilómetros que fuera a recorrer el vuelo. La cantidad puede variar entre 250 euros, generalmente para vuelos hasta 1.500 kilómetros, y 600 euros para vuelos de más de 3.500 kilómetros.
Sea como fuere, esa cantidad no suele compensarnos del todo, y el resultado es que siempre perdemos dinero, ya que, como es de imaginar, pocos vuelos de 3500 kilómetros nos cuesten 600 euros… Además de la indemnización económica, existe otra solución llevada a cabo por la misma compañía aérea: la de ofrecerte otro vuelo en condiciones similares y con la mayor rapidez posible.
Por último, y si el viajero así lo desea, cabe la posibilidad de exigir a la aerolínea que lo lleve al destino final en otros medios de transporte alternativos o condiciones de transporte equiparables.

Los pasajeros tienen que tener en cuenta que tienen a su disposición una normativa que regula las compensaciones que tienen que aportar las compañías aéreas para este tipo de situaciones
Aunque cueste creer, el overbooking es una práctica muy común y cada año alrededor de 250.000 pasajeros sufren cancelaciones en su vuelo porque su asiento ha sido asignado y ocupado por otra persona.
Una buena noticia, si la hay, es que, dada esta situación, la responsabilidad es de la compañía aérea y, por tanto, es su obligación velar por los derechos de los pasajeros. Así, dada una situación de overbooking, la empresa en cuestión deberá disponer de alimentos y bebidas suficientes para el tiempo de espera mientras se encuentra una solución para los viajeros. Asimismo, también estaría entre los derechos de los pasajeros ser alojados en un hotel si las condiciones y el tiempo de espera así lo requieren.
Fotografías | agirregabiria (1) y (2) y nathangibbs
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