
Imagen de la entrada al recinto del templo Da Ci’en, desde la que ya se puede contemplar la imponente pagoda
Últimamente, en Viajeros Blog, venimos presentándoos algunos de los más distinguidos y espléndidos rincones de China. Esta vez os queremos hablar de la famosa Gran Pagoda de la Oca Salvaje, también llamada Gran Pagoda del Ganso Salvaje, de la ciudad de Xian.
Xian es una ciudad muy importante del gran país asiático. Con más de tres millones de habitantes, fue la capital de China durante doce dinastías. En la zona sur de la ciudad encontramos la Gran Pagoda de la Oca Salvaje, una edificación piramidal de siete pisos que se ha convertido en uno de los lugares de mayor interés y repercusión de la ciudad.
Construida durante la dinastía Tang en el año 648, está situada en el templo Da Ci’en, especialmente conocido por albergar un gran complejo de templos budistas.

Algunos de los salones del templo Da Ci’en están llenos de figuras y estatuas de Buddha
Tras su construcción, la pagoda se utilizaba para guardar las representaciones y símbolos de Buddha. En todo el recinto se recuerda constantemente la figura del famoso monje budista Xuanzang, un joven que partió a la India y, tras 17 años, volvió a Xian, habiendo recolectado numerosos textos en sánscrito. Gracias a Xuanzang, la literatura budista disponible en China aumentó considerablemente y dio lugar a importantes teorías, pensadores y escuelas de esta religión.
El complejo de los templos está lleno de imágenes, pinturas y representaciones del célebre monje. En uno de los templos podemos encontrar, tallada en madera, un resumen de la vida que llevó el monje durante sus años viajando, las costumbres de los diferentes lugares por donde pasó y sus anécdotas.
Es comprensible la importancia que se le dio a este famoso religioso, pues, en poco tiempo, la pagoda se convirtió en el centro de traducción de los textos budistas más importantes.

La Gran Pagoda de la Oca Salvaje, de 54 metros de altura, se encuentra ligeramente inclinada
Y la pregunta que todos los viajeros se hacen al visitar este emblemático templo es: ¿a qué se debe su nombre? Cuenta la leyenda que los monjes que vivían en el templo Da Ci’en no disponían de muchos alimentos ni de facilidades para conseguirlos. Tras intentos sin éxito, optaron por rezarles a los dioses para que les ayudaran, con la gran fortuna de que en ese momento, un gran grupo de ocas salvajes sobrevolaban el recinto. Instantáneamente, cayeron muertas al suelo. Después de este acontecimiento los monjes mandaron construir una pagoda, a la que llamaron la Pagoda de la Oca Salvaje como homenaje al milagro ocurrido.
Lo cierto es que la piramidal pagoda de la Oca Salvaje deja toda su espectacularidad en el exterior, ya que en el interior no encontraremos grandes majestuosidades. No obstante, existe la posibilidad de subir a lo alto de la pagoda, una decisión acertada si queremos tener las mejores vistas de la ciudad. Por 30 yuanes (3 euros al cambio de divisa), se puede subir por medio de una escalera circular interior.

Imagen en primer plano de la Gran Pagoda de la Oca Salvaje
Además de la Pagoda de la Oca Salvaje, que ya merece la visita al templo Da Ci’en, es recomendable pasar por los demás templos que la rodean. Se presentan como salones en los que podemos encontrar varias estatuas, figuras y decoraciones budistas. Destacan el salón de Xuanzang Sanzang, el salón Sermon o el salón Mahavira.
Más información | Wikipedia
Fotografías | Ollie T., Patricia Chimeno, Alan y Remko Tanis
A vista de pájaro | Google Maps
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