
James Holman, el viajero ciego, en 1830, en un cuadro de la Royal Society
El amor a los viajes, el turismo y la aventura es el punto que nos sirve de unión a todos los que participamos de alguna forma en Viajeros Blog, bien compartiendo destinos y lugares, gracias a la posibilidad de escribir estas líneas, o leyendo nuestras recomendaciones y dejando comentarios por vuestra parte. Pero este amor por conocer nuevos lugares y rincones recónditos es una afición tan antigua como la historia del hombre y nos ha dejado personajes que son dignos de admiración para todos los que compartimos la misma pasión.
Cuando en cualquiera de nuestros viajes llegamos al destino señalado, lo primero que hacemos es disfrutar de las imágenes del lugar; es nuestra vista la que puede ofrecernos algunos de los mejores momentos como turistas. Y para que nunca olvidemos estos momentos y lugares, recurrimos a nuestra cámara para inmortalizarlos en forma de fotografías o vídeos. Pero el hecho de haber perdido el sentido de la vista no es un obstáculo insalvable para conocer mundo. ¿Por qué? Para conocer el porqué sólo tenéis que conocer la historia de James Holman, el viajero ciego.
A principios del siglo XIX, este viajero incansable, de origen británico, tuvo la desgracia de padecer de escorbuto a los 25 años de edad. Cuando ya daba muestras de su ímpetu viajero siendo teniente de navio, la afección le dejó marcado para el resto de sus días: además de afectarle a su movilidad, la enfermedad le dejó completamente ciego.
Aunque no dispusiera del sentido de la vista, esto no frenó sus deseos de viajar y conocer mundo. Todo lo contrario. A lo largo de su vida, escribió hasta siete libros relatándonos sus viajes a lo largo y ancho del planeta. Desde 1819 hasta 1821, estuvo viajando por la geografía europea; Países Bajos, Bélgica, Alemania, Suiza, Francia e Italia fueron algunos de sus destinos.
En 1822, emprendería otro de sus viajes que le llevaría a descubrir Rusia, Mongolia, Polonia, Sajonia, Austria o Prusia, entre otros lugares. Su apetito viajero aún no quedaría saciado pese a los miles de kilómetros recorridos, por lo que posteriormente emprendería su viaje alrededor del mundo: América, Asia, Australasia, África, etc.
Designado miembro de la Sociedad Linneo y de la Royal Society, Holman fue citado por el mismísimo Charles Darwin como un referente para conocer la flora del océano Índico. Además, el río Holman, en Guinea Ecuatorial, lleva su nombre en su honor.
Falleció en Londrés en el año 1857, poco tiempo después de realizar otro de sus grandes viajes por España, Portugal, Turquía, Siria, Moldavia y Montenegro.
Sin duda, este hombre fue, y es, un ejemplo de superación y amor a la aventura, que pasó a la historia como el viajero ciego más famoso del mundo.
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