
Una bella mujer jirafa perteneciente a la tribu Karen
Desde tiempos ancestrales, las diferentes culturas, tribus y etnias han tenido sus propias costumbres, ritos y tradiciones, algunas de las cuales aún perduran en nuestros días. Sin embargo, el mundo globalizado en el que vivimos ha terminado por hacer desaparecer muchas de estas tradiciones, quedando relegadas a grupos que habitan en zonas de difícil acceso o tienen poco contacto con el mundo exterior.
No obstante, los lugares en que todavía se mantienen estas costumbres pueden convertirse en importantes destinos turísticos para los viajeros que desean conocer otro tipo de culturas. Es el caso de las mujeres jirafa de Tailandia, que ni son jirafas, ni realmente son originarias de este país asiático, ni en muchos casos tratan de preservar su identidad cultural, ya que, simplemente, se han convertido en meros productos para atraer al turismo y a sus siempre importantes ingresos económicos.

Estas mujeres comienzan desde su infancia a colocarse aros alrededor del cuello
Pertenecientes a las tribus Karen, Karenni o Kayan, las mujeres jirafa se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos del norte de Tailandia. Forman parte de una comunidad desplazada desde Birmania, a causa de los diferentes conflictos bélicos que han tenido lugar en su región natural, que ha importado a Tailandia su peculiar tradición de decorarse el cuello.
Se les llama mujeres jirafa por su costumbre de ornamentarse el cuello con anillos de latón, una práctica que comienza desde su infancia y que se supone da lugar a un progresivo crecimiento del mismo. La sucesiva incorporación de estos aros, durante toda la vida de estas mujeres, va estilizando el cuello de forma continua hasta asemejarse al de los mamíferos con el que se las compara.

Dos sonrientes niñas con sus cuellos ornamentados con aros de latón
Si bien resulta bastante llamativo observar los alargados cuellos de estas mujeres, no en vano son el objetivo de las cámaras fotográficas de miles de turistas de todo el mundo, debemos tener en cuenta que se trata de una práctica bastante perjudicial para la salud. Incluso hay sectores que acusan al gobierno local de instigar esta práctica para no perder los beneficios generados por el turismo que es atraído por el singular aspecto de las féminas.
La vida de una mujer jirafa está ligada para siempre a estos aros, que no se quita ni siquiera para dormir, y que en realidad lo que hacen es comprimir sus hombros y su caja torácica para crear el efecto visual de un cuello más largo, sin que la longitud del mismo sufra realmente una prolongación.
Fotografías | Uitgebeeld.nl, locket479 y SiamEye
En Viajeros Blog | Descubriendo la tribu de los masai en Kenia y Tanzania
3 Comentarios
Yo animo a todo el mundo que no visite esta tribu. Hay cosas estupendas en Tailandia, y visitar este zoo humano solo te dejará con un mal sabor. Prácticamente habían cambiado ya sus costumbres, y estaba desapareciendo poco a poco la costumbre del uso de estos aros. Pero como el turismo aporta mucho dinero al gobierno Tailandés no permiten que desaparezca. Es muy triste ver a las niñas atadas a esos aros, y saber que no se librarán de ellos durante el resto de su vida. Mi consejo es que si haces un tour, y en él se incluye una visita a esta tribu, negarte a hacerlo y buscar otro donde haya otra alternativa. Un saludo!!!
Cierto es que se han convertido en una atracción turística de primer orden en Tailandia, pero también es cierto que para estas mujeres refugiadas de Birmania residen en Tailandia bajo unas condiciones «sin los privilegios» de la población tailandesa, no tienen derecho ni a educación ni a sanidad y sus únicos ingresos provienen del turismo, también es cierto que no practican esta costumbre obligadas por nadie y que sí dejan de visitarlas también terminaran con la única manera que tienen de sobrevivir… No es fácil ser crítico sin conocer a fondo su posición, quizás tendríamos que preguntarles a ellos si de verdad quieren dejar de hacerlo antes de juzgar por nosotros mismos si es ético o no hacerlo.
Saludos
Los Poblados de las Mujeres Jirafa son obviamente un negocio turístico. A cambio de pasar allí el día reciben un permiso de residencia en Tailandia y un pequeño salario. Cuando terminan su jornada de trabajo , el poblado cierra ,se quitan el vestido y las llevan de vuelta a su poblado real de residencia. Básicamente es un engaño para el turista . Luego el juzgar cual es la situación de cada una de ellas, como dice Jose Luis, habría que preguntarles. Quizás unas estén cómodas con ese trabajo y otras esperen una oportunidad para irse a otro lado.Saludos desde Chiang Mai.