Distrito Interlaken en Suiza, la naturaleza llama a nuestra puerta

Lauterbrunnen es una localidad muy pequeña cercana a Interlaken

¿Qué sería de las postales si no hubiera lugares idílicos que retratar? Por suerte no hace falta pensar mucho, al menos de momento. Lo que veis sobre estas líneas es Lauterbrunnen, una hermosa a la par que risueña minúscula localidad situada en las cercanías de Interlaken. Se trata de un distrito, conocido como Entrelagos, a la cual le da nombre una comuna suiza del cantón de Berna, que hace las veces de capital del distrito de Interlaken. Esta zona está rodeada por los Alpes y su población oscila entre los 37.000 y los 39.000 habitantes. Su extensión es de 681 kilómetros cuadrados y se sitúa en el mismo centro de Suiza.

Es uno de los 26 distritos que conforman el cantón de Berna y si tuviera que elegir uno de ellos, me quedaría sin dudarlo con éste. El río Aar atraviesa la capital, serpenteando los valles y las faldas de unas montañas que atesoran una increíble belleza y aunque no nos comunicáramos con un lenguaje, la palabra «belleza» la entendería todo el mundo si estuviera acostado en la orilla de cualquiera de sus lagos.

El apelativo de Entrelagos se ha ido aceptando paulatinamente debido a la gran afluencia de hispanohablantes, siendo una manera como otra cualquiera de atraer al turista por parte de las agencias de viajes. El nombre de la ciudad, Interlaken, viene por hallarse geográficamente entre los lagos de Brienz y Thun. Se denomina así desde hace relativamente poco, desde 1891, pues anteriormente se le conocía como Aarmühle.

Fotografía de los alpes suizos reflejados en un lago de Interlaken

Suiza es un país con desdoble de personalidad. Al igual que en Bélgica, tienen una zona francófona y otra alemana, así que dependiendo por donde nos vayamos moviendo notaremos una sutil diferencia en sus gentes y en su gastronomía aparte del idioma. Interlaken es un distrito alemán aunque no hay que preocuparse por nada ya que los suizos, por normal general, dominan tres idiomas: el francés, el alemán y el inglés.

Los paquetes turísticos de las agencias de viajes normalmente tienen una duración de una semana y una de sus noches se pasa aquí. Personalmente, al no ser un país muy grande, mi recomendación es alquilar un coche para 3 o 4 días y acompañarlo con un viaje a bordo del Glacier Express, el tren cremallera de los Alpes suizos. De esta forma, da tiempo para estar un par de días en Zurich, recorrer un cuarto del país en tren y guardarnos el resto de días para movernos por carretera deteniéndonos en los lugares deseados. Conducir aquí es muy seguro, el asfalto está en muy buen estado y dado que ya nos hemos acostumbrado a levantar el pie del acelerador, los múltiples radares no serán un obstáculo.

Panorámica de Interlaken tomada desde Oberberghorn, Suiza

Suiza entera es montaña, sea con sus altos picos nevados o con sus verdes crestas. En mi opinión, si eres de las personas a las que le encanta la naturaleza, trataría de alargar la estancia en el país hasta los 10 días para poder disfrutarla en plenitud. Los paisajes son hermosos, los valles de ensueño, los lagos reflejan las bondades de la tierra y con cada giro de cabeza la boca se nos llena de asombro. Su clímax lo encontramos en Interlaken y es una pena perdernos su maravillosa estampa quedándonos en lo superficial del camino.

En su día, el grupo con el que visité este distrito estuvimos de acuerdo. Todos nos quedamos con ganas de más, porque el corazón nos dio un vuelco al sentarnos en uno de sus infinitos prados mientras observábamos el reflejo del sol dorar unos lagos que bañaban las hechizantes montañas. Fuimos drogados, embriagados por medio de una hipnosis colectiva de la que aún hoy seguimos envueltos. Por eso entiendo que merece la pena detenerse, caminar por la orilla de sus lagos y por los penachos de sus montañas. Es imposible verse decepcionado.

Fotografías | Viajes, Bowdoin y Wikimedia
A vista de pájaro | Google Maps