Los festivales de música, esas flores de verano

30 de mayo de 2011
En verano se organizan infinidad de festivales de música

En verano se organizan infinidad de festivales de música

El verano se acerca y con él brotan los festivales de música como si del comienzo de la primavera se tratase. Florecen los escenarios de norte a sur, de este a oeste y la epidemia es imposible de controlar. Uno de los primeros, de los grandes festivales que dan comienzo la fiebre de acampadas en descampados para vivir 1, 2 o 3 días de música ininterrumpida, es el Viña Rock. A partir de ahí, tras los primeros coletazos de un mayo que ve renacer el sol, la cascada de vatios se extiende por el panorama nacional.

Es una ocasión perfecta para ver en directo a tus artistas favoritos, por un precio razonable si nos atenemos a que un concierto de nivel medio se sitúa en los 30 euros y uno top puede llegar hasta los 50 euros. Los festivales no son baratos pero si lo comparamos con un evento de un único artista no hay color. Además, en la mayoría de ellos tenemos la oportunidad de instalar nuestra tienda de campaña y ahí nos ahorramos una buena cantidad de dinero. Aunque dormir, lo que se dice dormir, poco se duerme en este tipo de encuentros.

Si por algo nos tenemos que alegrar es por la diversidad de oferta. Hay festivales específicos de reggae, de metal, de jazz, de heavy, de pop y de rock, sin olvidar aquellos que son mestizos y procuran aunar más de uno, y también de dos y de tres, estilos musicales para atraer al mayor número de personas hasta sus campas. El ambiente reinante es de fiesta, de personas jóvenes, y no tan jóvenes a pesar de que así lo crean, que cuando acaba su festival preferido ya están pensando en el del año siguiente. Se convierten en tradición, en una romería de furgonetas y coches que acaban espolvoreados en los campos de tierra mientras sus dueños agitan el suelo con sus botes.

Imagen tomada en un concierto del Bbk Live de años anteriores

Imagen tomada en un concierto del Bbk Live de años anteriores

El equipaje necesario es efímero, abocado a la maximización de espacio para conseguir cerrar el maletero de un vehículo que está lleno hasta la bandera, sin holgura para ningún alfiler más. Ahí descansan los sacos de dormir, la tienda de campaña que le regalaron a nuestr@ herman@ mayor la primera vez que se fue de colonias con la escuela. También transitan las cervezas, en el recoveco de la socorrida nevera que no da más de sí, derritiendo unos hielos que bailan al vaivén de las curvas y de las melodías.

Quien piense en mantener la dieta mediterránea en su menú del día deberá hacer de tripas corazón y habituarse a la pasta, a los bocadillos, a las pizzas, hamburguesas y a los socorridos kebabs. No hay tiempo que perder, mientras comemos hay unos bafles que no entienden de horarios y que necesitan de nuestra presencia para cobrar sentido. No hay escenario pequeño para unos grupos que lo dan todo, sin importarles que haga calor, mucho calor o mucho mucho calor.

Escenario del festival de música Contemporanea Cruzcampo

Escenario del festival de música Contemporanea Cruzcampo

Los conciertos pueden empezar a primera hora de la tarde para agotar incluso hasta el mismísimo sol que tiene que darle el relevo a las estrellas para iluminar las ilusiones de miles de personas que viven un momento único e irrepetible juntos, sin conocerse, haciendo nuevas amistades fácilmente por compartir los gustos de algo tan universal como la música. Los instrumentos musicales sobreviven al cansancio y se prolongan hasta altas horas de la madrugada, normalmente en manos de algún Dj que comienza a pinchar justo después de la última gran actuación del grupo estrella del día.

Si algo ahuyenta la resaca es precisamente otro golpe seco en la sien, el de los altavoces a pleno rendimiento a primera hora de la mañana, en las pruebas de sonido que cualquier asistente querría prohibir. Poco importa, es lo que toca, una cerveza lo más fría posible o un café bien cargado, según las fuerzas de cada un@.

En un próximo artículo os hablaremos de alguno de estos eventos que congrega a los mejores grupos nacionales y parte del extranjero. Os aconsejamos que vayáis al trastero. Es hora de ir desempolvando la vieja y raída tienda de campaña y de ir eligiendo las camisetas de vuestros grupos preferidos para representar vuestros colores.

Fotografías | Sombreros y Crestas, Long Brit y Contempopranea

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