
Paseando por las bellas calles de Santillana del Mar
Quizá haya muchos que tengan en mente cuál es para ellos el pueblo más bonito o con más encanto de España. Es por eso que dejamos la pregunta abierta. Lo que sí es cierto es que hace tan sólo unos años, Santillana del Mar, una pequeña localidad de Cantabria, España, fue elegida por votación popular de ese modo: El pueblo más bello de España. Esta afirmación se hizo también conocida gracias a Jean-Paul Sartre, quien sin duda, opinaba lo mismo. Santillana del Mar es un municipio y también una villa de Cantabria que limita con el mar Cantábrico y con las localidades de Suances, Torrelavega, Alfoz de Lloredo y Reocín. Fue declarado conjunto histórico-artístico en 1889.
Santillana del Mar es, sin duda, uno de los lugares más atractivos de la región, destacando su arquitectura de los siglos XII al XVII, su plaza, sus calles y su gastronomía. El origen de esta localidad data del S. IX, aunque vive su máximo esplendor durante los siglos XIV y XV. De esta época son sus monumentos más importantes: el Palacio de las Arenas, la Casa Consistorial o la Torre del Merino, ejemplos de una arquitectura de la época medieval que permanece muy bien conservada.
Pero, posiblemente, y a pesar de los muchos encantos de la ciudad, la atracción más importante sea la Cueva de Altamira. Esta cueva es visitada cada año por numerosos turistas interesados en el arte rupestre, ya que contiene uno de los ciclos pictóricos más importantes de la historia y mejor conservado. Esta cueva se considera Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985.

Colegiata de Santa Juliana, uno de los monumentos románicos más representativos de Santillana del Mar
Simplemente pasear por las calles de Santillana del Mar, ya merece la pena. Pero naturalmente no podemos irnos de allí sin visitar a fondo todo lo que nos ofrece esta localidad. Además de los monumentos ya mencionados, podremos visitar la Colegiata de Santa Juliana, el Palacio de Viveda, una casona montañesa del S. XVIII, la casa de la Archiduquesa, algunos de sus museos como el Museo Diocesano Regina Coeli, el Palacio de los Bemejís, o incluso, su zoológico y jardín botánico o el Museo de la Inquisición y la Tortura. Por Santillana pasa además un ramal del Camino de Santiago del Norte, es por eso que en el pueblo hay un albergue para los peregrinos. Es uno de los ramales más antiguos del Camino.
Del mismo modo, se celebran en Santillana del Mar, numerosas fiestas y festivales. Unas de las más conocidas son las fiestas de Santa Juliana, celebradas en torno al 28 de junio en honor a la patrona del pueblo. Con motivo de estas fiestas tienen lugar numerosas actividades para todos los públicos. Y otro de los festivales más conocidos es el Festival de Música Infrecuente en septiembre, donde grupos de todo el mundo se reúnen en Santillana del Mar para tocar música de época.

Fotografía de la Plaza de Santillana del Mar
Finalmente, no podemos dejar pasar la gastronomía. La comida más típica de este municipio la conocida como tableta con leche, un bizcocho de preparación sencilla hecho a base de huevos, harina, azúcar, leche y limón. La receta se conserva en varios lugares, entre ellos, el Monasterio Regina Coeli y se puede encontrar en una de las numerosas tiendas de productos típicos que encontraremos en nuestro paseo. Otros productos típicos son el pescado como la sardina o la lubina, los quesos, las quesadas y, como en el resto de Cantabria, los sobaos.
Hay motivos más que suficientes para dejarse caer por Santillana del Mar, la famosa Villa de las Tres Mentiras, que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Además, ya de paso, podremos juzgar por nosotros mismos si realmente es el pueblo más bello de España o no lo es. Lo que sí está claro es que es una visita altamente recomendada si queremos pasear por un lugar que reúne a la par historia, tradición y belleza.
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