
Una de las dieciséis bellas lagunas del Parque Natural de Lagunas de Ruidera, Castilla la Mancha
Las Lagunas de Ruidera están situadas en la provincia de Castilla la Mancha, en España. Se trata de un gran Parque Natural de casi 4.000 hectáreas de superficie situado en el Campo de Montiel, entre las ciudades manchegas de Ciudad Real y Albacete. Está catalogado como Parque Natural desde el año 1979 y, además de ofrecernos uno de los humedales más ricos del país en cuanto a flora y fauna se refiere, encontraremos un hermoso rincón de la península que nos cautivará por su belleza y esplendor.
En este rincón manchego también se nos ofrecerán opciones gastronómicas, históricas y culturales para absorver la esencia de este maravilloso y único lugar, ya que dispone de una zona catalogada como Ruta del Quijote, buscada y visitada por muchos seguidores de este singular personaje.
Este paraje contiene dieciséis lagunas de diferentes tamaños y formas. Muchas de ellas están acompañadas por cascadas y saltos de agua, torrentes y manantiales rodeados de hermosos árboles y coloridas flores, que albergan gran multitud de animales que llenan de vida el parque. La fauna que habita en las Lagunas de Ruidera es muy amplia y diversa, aunque predominan las aves acuáticas y la cantidad que podemos encontrar en ellas va variando a lo largo del año. La época en la que acoge a un mayor número de especies es en invierno, cuando buscan la protección y el cobijo de una tierra acogedora, que las guarecerá tras su migración desde lugares más fríos y sombríos. Respecto a la flora, es típica del mediterráneo y de la meseta española. En el interior del este parque natural encontraremos una gran diversidad de más de 800 especies de árboles, arbustos, flores y matorrales que bordean las lagunas.

Cascadas de Lagunas de Ruidera, una imagen digna de postal
La mejor época para vistar las Lagunas de Ruidera es en primavera, ya que es cuando la vegetación se encuentra en su estado más exuberante y cuando el contraste entre la multitud de llamativas flores con las aguas limpias y cristalinas de las lagunas causan un mayor impacto. Además, en esta temporada del año es cuando los torrentes y las cascadas transportan un mayor caudal de agua, y son acompañadas por el vuelo de cientos de pájaros y aves, por lo que podremos observar una bellísima imagen, digna de postal.
En verano podremos adentrarnos a través de los caminos y sendas que recorren el parque para poder disfrutar de la biodiversidad que se encuentra en su interior. Además, tendremos la posibilidad de realizar una gran varidad de actividades acuáticas y refrescarnos en sus aguas puras y transparentes. Entre los deportes que podremos practicar encontramos la vela, el submarinismo, la pesca o realizar paseos en kayac. Si preferimos pasatiempos más terrenales, podremos hacer sesiones de senderismo y rutas 4×4, realizar cursos de espeleología y paseos a caballo. También tendremos la posibilidad de contemplar el paisaje formado por las lagunas y cascadas rodeadas de la verde vegetación desde las alturas, gracias a las jornadas de parapente que se organizan en el mismo.

Fotografía de los exteriores del Castillo de Peñarroya
Es en la estación otoñal cuando nos adentraremos en un mundo dorado, cubierto por un manto de hojas tostadas y amarillentas que contrastarán con las intensas y verdes copas de los pinos. Finalmente, si lo que deseamos es descubrir un paraje intacto, el invierno es lo idóneo para ello, ya que nos encontraremos con la calma, la quietud y la paz que solo un Parque Natural como el de Ruidera puede ofrecernos. Además es en este período del año cuando podremos disfrutar de una increíble puesta de sol desde una posición privilegiada.
En el interior del Parque de las Lagunas también se hallan algunos monumentos culturales que podemos visitar. Entre ellos se encuentra el Castillo de Peñarroya, situado al borde de un acantilado y que en el pasado acogía a una importante Orden de San Juan. El acceso al mismo es libre y gratuito y su entrada se realiza a través de un camino medieval que se encuentra junto a un foso. En el interior hay una torre de más de 100 metros cuadrados, una ermita procedente del siglo XVII, un patio de armas y un aljibe medieval. Además, a los pies del castillo hay un gran pantano que recoge agua durante todo el año.

Esculturas de Don Quijote y Sancho Panza durante la Ruta del Quijote de las Lagunas de Ruidera
Otros dos lugares de interés del parque son los que se encuentran situados en el punto más alto del mismo, en la denominada Cabeza de San Pedro. Se trata de la Cueva de Montesinos y de las Ruinas del Castillo de Rochafrida. La primera es un pintoresco lugar de 80 metros de profundidad y famoso debido a que aparece en el libro de Don Quijote, en cuyo interior podemos encontrar un pequeño río. Esta cueva forma parte de la Ruta del Quijote, realizada por multitud de seguidores tanto de Cervantes como del intrépido aventurero y su ayudante. Además, dentro de la cueva han sido encontrados algunas herramientas y objetos que evidencian que en el Neolítico y en la Edad de los Metales vivieron diversas culturas. Respecto a las Ruinas del Castillo de Rochafrida, provienen de la época musulmana, y fue construido sobre una roca al estilo militar, protegido por varios muros, un foso y un puente levadizo.
En cuanto al alojamiento, si deseamos pasar en la zona algunos días, cerca del parque hay varios hoteles, apartahoteles, casas rurales y zonas de camping para hospedarnos, así como una gran variedad de restaurantes, cafés y bares donde disfrutaremos de una gastronomía rica, sana y deliciosa, típicamente manchega. Por otra parte, cerca de la zona hay varias tiendas cárnicas, bodegas y viñedos, en los cuales podremos degustar y comprar los productos típicos del lugar para guardar el mejor de los recuerdos de tan bellas tierras manchegas.
Más información | Lagunas de Ruidera
Fotografías | Mariano Roa, jose.singla y Naylé
A vista de pájaro | Google Maps