
La plaza del Comercio de Lisboa sirvió en numerosas ocasiones como entrada noble a la capital
La zona antigua de la Lisboa es uno de esos lugares que nunca nos cansaremos de visitar. Será cuestión del clima, de la gente, de las vistas… pero lo cierto es que esta ciudad seduce e inspira paz. Hoy nos acercamos hasta una de sus principales plazas, la plaza del Comercio, situada en A Baixa, una de las zonas más frecuentadas del centro histórico lisboeta. El toque final de su encanto se lo dan las maravillosas vistas directas al estuario del Tajo, ya que la plaza está abierta por uno de los laterales a este gran río.
La plaza del Comercio (Praça do Comércio en portugués, también conocida como Terreiro do Paço) es una de las plazas más importantes de la capital portuguesa. Tiene unos 180 por 200 metros de lado, algo que la convierte además es una de las mayores plazas de Europa.
En 1511, D. Manuel I mandó construir un nuevo Palacio Real. El rey quería trasladar su palacio a un lugar alejado de las murallas de la ciudad. Así, abandonó definitivamente el también famoso castillo de San Jorge, en Lisboa, donde había vivido la familia real hasta el momento, para establecerse en el que se conocía como Paços da Ribeira (Palacio de la Ribera), que más tarde sería destruido por el famoso terremoto de Lisboa de 1755.

Vista del Arco del Triunfo que conecta la plaza del Comercio con la Rua Augusta
En el lateral opuesto al tajo encontramos el Arco del Triunfo, obra de Vítor Bastos, con acceso a la concurrida y popular Rua Augusta, la gran calle comercial de A Baixa. En el arco se pueden observar las representaciones de cuatro grandes personajes lusos: Viriato, Nuno Àlvares Pereira, Vasco da Gama y Marqués de Pombal. También se pueden distinguir dos genios, que representan los dos grandes ríos de Portugal, el Tajo y el Duero.
El centro de la plaza del Comercio lo ocupa una gran estatua ecuestre de D. José I, erigida en 1775 por Machado de Castro, el principal escultor luso del siglo XVIII. Originariamente, la estatua era de bronce, pero con el paso de los años se ha ido volviendo de un tono verdoso, que lo ha vuelto característico en la actualidad.
Cuando se reconstruyó toda la zona tras el terremoto, el palacio se sustituyó por numerosos edificios, que ahora están ocupados por ministerios. En un primer momento, los nuevos edificios se pintaron de color amarillo. Con la Revolución de 1910 se pintaron las paredes de color rosa, color representativo de los republicanos. Sin embargo, recientemente se han vuelto a pintar de amarillo, su color original.

En 1974, la plaza del Comercio fue escenario de la Revolución de los Claveles
En la actualidad, este imponente conjunto es ocupado por oficinas ministeriales y de demás funciones públicas. El espacio que ofrece la plaza es utilizado para eventos culturales y espectáculos, y sobre todo como zona de tránsito de turistas que aprovechan para visitar toda la zona histórica de la ciudad. Además, curiosamente, en una de las esquinas de la plaza se encuentra la cafetería más antigua de Lisboa, Martinho da Arcada, que en el pasado fue punto de encuentro de los intelectuales de la época.
Más información | Wikipedia
Fotografías | Patricia Chimeno, shlomp-a-plompa y Bernt Rostad
A vista de pájaro | Google Maps
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