
El Puente de Carlos, en Praga, es uno de los lugares más frecuentados por turistas y residentes de la ciudad
Viajamos hasta Praga para conocer uno de los emplazamientos más visitados y conocidos de la capital de la República Checa. Se trata del Puente de Carlos, una construcción situada sobre el río Moldava, que llevó más de 140 años poder finalizarla. Hoy en día es uno de los lugares más transitados de la ciudad, tanto por su situación geográfica como por su belleza e impresionantes vistas.
El Puente enlaza la Ciudad Vieja, donde encontraremos la sede de las ciencias, el Clementinum; el bellísimo Reloj Astronómico o la Torre de Pólvora, con la zona Malá Strana, en la que se ubica el hermoso jardín Isla Kampa o la Iglesia de San Nicolás. Su construcción se realizó de mano de Carlos IV, del cual tomó su nombre, para sustituir una vieja plataforma conocida como Puente de Judit en honor a la esposa del rey Ladislao I de Hungría, que fue destruido a causa de una inundación.
El Puente de Carlos se comenzó a construir en 1357 y alcanza los 500 metros de largo y los 10 metros de ancho, todos ellos apoyados en 16 bellos arcos de piedra. Una de las características que definen esta pasarela, son la treintena de estatuas que se disponen a cada lado de la misma. La mayoría siguen un estilo barroco religioso, ya que muchas de ellas representan a santos, como Santo Tomas, San Judas Tadeo o Santa Isabel.
La primera escultura se colocó en 1683 y personifica a San Juan Nepomuceno. Este personaje es célebre en el mismo punto en el que se encuentra su estatua ya que fue en ese lugar en el que fue arrojado al mar por orden de Wenceslao IV. Aunque posteriormente fue santificado, muchos recuerdan a este religioso por enfrentarse al rey que mandó acabar con su vida por el nombramiento del abad de Kladruby.

La escultura de San Juan Nepomuceno es una de las más conocidas y observadas del Puente de Carlos, en Praga
Desde 1683 hasta 1714, fueron colocadas el resto de estatuas realizadas por artistas como Brokoff o Braun. Sin embargo, a partir de 1965 fueron sustituidas por réplicas para conservar en buen estado las originales, que fueron expuestas en el Museo Nacional de Praga y en Vysehred.
Antiguamente, el Puente de Carlos era frecuentemente transitado por los carruajes típicos de la época. A mediados del año 1905, el paso de los carros tirados por caballos llegó a su fin, para adaptarse a los nuevos tiempos, y fueron sustituidos por medios de transporte eléctricos y, algunos años después, por autobuses. Sin embargo, en 1965 se comenzaron las obras para acomodar el Puente al paso de los peatones, de manera que a partir de aquel entonces sólo se puede atravesar el mismo a pie.
En nuestro paseo por el Puente de Carlos encontraremos a numerosos artistas; desde pintores, músicos, cantantes, mimos, malabaristas… Todos ellos nos impresionarán con sus habilidades y nos sacarán una sonrisa a grandes y pequeños.
Además, desde el Puente tendremos la posibilidad de disfrutar de las impresionantes vistas que nos ofrece su localización. Desde el barrio de Malá Strana hasta el Castillo de Praga, cuya construcción es catalogada por muchos de los residentes de la ciudad como el inicio de la historia de la capital de la República Checa.

Paseando por el Puente de Carlos disfrutaremos de la tranquilidad de la zona y de multitud de esculturas barrocas
En el Puente de Carlos, como ocurre en muchos otros puentes, el mejor momento para disfrutar de ellos es en el amanecer, cuando las aguas están tranquilas, no hay mucha gente en las inmediaciones y podemos disfrutar de las hermosas combinaciones de luces que forman los primeros rayos del sol.
Para llegar hasta él, tenemos dos opciones. La primara de ellas es cogiendo la línea A del metro hasta Staromestska. La otra alternativa es utilizando el tranvía y bajándonos en Krizovnicke namesti, mediante las líneas 17 y 18.
Viajeros, si visitáis Praga en alguna ocasión, no olvidéis dar un paseo por este antiguo puente. ¡No os decepcionará!
Fotografías | Douglas MacGregor, Greg Headley y chosovi
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | El fascinante Teatro Nacional de Praga, República Checa
Un comentario
Que buen post, me ha hecho revivir nuestra visita a Praga. La verdad es que es un lugar que merece la pena quedarse varios días, en nuestro caso fueron 12, y lo cierto es que volvería a repetir.