
El castillo de Devín es una visita que no podemos perdernos si visitamos Bratislava
Nos trasladamos ahora hasta Eslovaquia para hablar de uno de sus monumentos nacionales, el castillo de Devín. El interés por visitar este castillo no sólo debe estar en contemplar la fortaleza, sino también en disfrutar de sus magníficos alrededores. Se trata de uno de los emplazamientos arqueológicos más importantes de Eslovaquia y de un lugar lleno de historia.
Debido a su situación y su altitud, la fortaleza contaba con una situación estratégica más que buena. Desde su cima es posible ver la confluencia entre el río Danubio y el río Morava, por lo que también servía para controlar bien cualquier movimiento.
Aunque no se sabe a ciencia cierta, se dice que el castillo fue fundado en el siglo VIII, ya que tuvo un papel muy importante durante las continuas guerras entre Francia y Moldavia. Algunos restos arqueológicos nos dicen incluso que este lugar ya fue habitado durante el Neolítico y que civilizaciones como la celta y la romana lo usaron para controlar el flujo del comercio por el Danubio.

Desde las ruinas del castillo podremos ver la confluencia de los ríos Danubio y Morava
En el siglo XIII sirvió de punto estratégico para el Reino Húngaro y llegó a ser propiedad de familias de gran linaje.
En el año 1890, el castillo quedó destrozado por orden de Napoleón Bonaparte. Pero, a pesar de que sólo queden ruinas hoy día, su importancia permanece. El castillo de Devín es un auténtico símbolo nacional para la gente de Eslovaquia y un punto de gran interés para todo aquel que lo visita. Además, se encuentra muy cerca de la frontera con Austria, y por esto desde su cima podremos contemplar fácilmente territorio austriaco.
Para entrar al recinto hoy día, deberemos hacerlo por la puerta de Moravia, una puerta construída en piedra que cuenta además con dos bastiones semicirculares. Esta puerta data del siglo XV y formó parte de la muralla de la época de la Gran Moravia. Cerca de esta puerta se encontraron numerosas tumbas y también restos de viviendas de los siglos XI y XII. También cabe mencionar que en el siglo XV se construyó en la zona un palacio gótico y un siglo más tarde se le añadió un palacio renacentista. De hecho, aún se conservan zonas abovedadas que albergan en la actualidad algunas exposiciones.

Instantánea de la conocida como ‘torre de la Virgen’
Por otro lado, tendremos la ocasión de ver una torre con una almena conocida como “torre de la Virgen”. Una leyenda cuenta que una novia, al enterarse de que su familia mató a su novio y de que querían encerrarla en un convento, decidió saltar desde esa torre para quitarse la vida. Y ya que hablamos de torres, no está de más mencionar que por el puente que hay sobre el foso del castillo encontraremos unas escaleras que llegan a los restos de una antigua torre de vigilancia. Esta torre data del siglo XIII pero fue reconstruida dos siglos más tarde. Desde la explanada en la que se ubica esta torre, tendremos la oportunidad de contemplar una panorámica maravillosa.
Cómo llegar al castillo de Devín
Una de las ventajas que tiene el castillo de Devín es que está situado muy cerca de Bratislava, a unos 13 kilómetros. Por este motivo, nos será muy fácil llegar a él si estamos de visita en la capital y queremos ampliar nuestro recorrido. La mejor opción para ello será coger uno de los autobuses que parten desde el puente Nuevo y que te dejan allí mismo. El autobús más directo es el número 29, con una frecuencia aproximada de una hora, pero también existe otra opción que es coger el autobús número 28. Este último pasa con más frecuencia pero te deja un poco más alejado del castillo. No obstante, es una opción muy buena teniendo en cuenta que el paseo hasta llegar al castillo es de lo más agradable y que las vistas serán magníficas en todo momento.

Fotografía de la entrada al museo
Precio de entrada
El precio de la entrada al museo, en el que se encuentra el castillo, es de 3 euros.
Por lo demás, sólo queda recomendar esta visita encarecidamente. Si hay algo con lo que podremos quedarnos siempre será con el recuerdo de sus paisajes verdes y de la vistas de los dos ríos que se funden a nuestros pies. También considero que es un lugar para ir sin demasiada prisa y poder disfrutarlo paseando. Incluso, si hace buen tiempo, tendremos la magnífica opción de alquilar una bicicleta y llegar al castillo pedaleando como muchos visitantes ya han hecho.
Yo no tuve tanta suerte, ya que llovía a mares el día en el que yo hice mi vista pero si esto os pasa, hay otra cosa que no debéis perderos: el chocolate caliente de la cafetería que hay antes de subir al castillo cuando vienes desde el pueblo. Se trata de una pintoresca cafetería con el exterior de madera, que está justo enfrente del hotel. No habrá nada mas tentador que una buena chimenea y una taza de chocolate caliente para acallar el frío y continuar luego con el recorrido.

No sólo las ruinas del castillo serán interesantes en la visita, ya que los alrededores y las vistas son una atracción en sí mismos
Está claro que sea la estación del año que sea, el castillo de Devín tendrá algo que ofrecernos. La visita merecerá la pena.
Fotografías | Rafael Gómez, Wikipedia (1), (2), (3) y (4)
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | Bratislava y sus estatuas callejeras