
Una de las tres pistas de salto de esquí en la ciudad de Zakopane, Polonia
Polonia es uno de esos destinos turísticos que pasa desapercibido para la gran mayoría de personas. Sin embargo, una vez te dejas embaucar por sus fronteras, es imposible no caer rendido a sus encantos; y atrocidades, como en Auschwitz sin ir más lejos. El día de hoy os queremos trasladar hasta Zakopane, la denominada capital de invierno de Polonia situada en las faldas de los montes Tatra.
Esta hermosa ciudad está ubicada en la región de Podhale, al sur de Polonia, a unos 100 kilómetros de Cracovia y muy cerquita de la divisoria con Eslovaquia. Su población oscila en el acantilado de los 30.000 habitantes, cifra que aumenta notoriamente en la temporada alta de invierno. A modo de información, resaltar que este municipio está integrado en el voivodato de la Pequeña Polonia desde el año 1999.

Fotografía de la típica casa alpina de Zakopane en las montañas Tatra de Polonia
El camino para llegar hasta aquí es bacheado, bien sea por la notable longevidad del transporte urbano o por la erosión en la carretera causada por el frío. El recorrido concatena diminutas parcelas con una casa como atalaya, en el que comprobaremos la camaleónica metamorfosis de las viviendas de la planicie a las de la montaña. Están hechas de madera, con los techos sin apenas ángulo para facilitar la caída al suelo de la nieve y evitar así su estancamiento.
El primer encuentro con el pueblo es llamativo, y lo es porque unas señoras mayores que sólo hablan polaco se arremolinarán a nuestro alrededor tras olfatear nuestro perfume de turista. Su modo de actuar es muy parecida a una recomendación que os dimos para alojaros de forma barata en Croacia. Eso sí, ante todo es bueno poneros en antecedentes. Zakopane no tiene muchos habitantes pero su extensión es de aproximadamente 6-8 kilómetros. Por eso mismo, si veis que os invitan a subir a un coche puede no ser la mejor opción, puesto que os podréis encontrar alejados del centro. Es una alternativa barata, a caballo entre un hostel y un bed and breakfast; en definitiva, otra elección factible.

El olor de las parrillas con fuego de leña en Zakopane entran por los ojos
Zakopane se resume recorriendo Krupówki, su calle principal. Tendrá una longitud cercana a los 300-500 metros y es el epicentro de todas las actividades. Existe una ingente cantidad de ofertas culinarias, repartidas en restaurantes a ambos lados de la calzada peatonal. La seductora llamada de la selva es tentadora, asada lentamente a la parrilla con la madera como combustible. Ella reclama nuestra atención al expulsar el sabroso aroma de la carne, esa jugosa carne propia del ganado alimentado de forma natural en la montaña. Si en tu caso eres vegetariano, no desesperes, encontrarás algo acorde a tus gustos.
A modo de anécdota, querría hablaros de un establecimiento cuya originalidad me sorprendió. Se encuentra a mitad de la calle, en la esquina con otra avenida que nos dirige hasta el Paparazzi Pub. Tendremos que bajar unas escaleras y muy pronto sus arcos de madera junto con su tenue iluminación nos embelesará. Allí comeremos bien y barato, en una cocina de tipo buffet con la particularidad de que nos cobrarán a peso, como si estuviéramos llenando el carrito de la compra en una tienda de ultramarinos.

Uno de los innumerables comercios de productos artesanales en Zakopane
Los escaparates de las tiendas de deporte se mezclan con restaurantes de comida rápida, multinacionales y comercios locales repletos de ámbar, pieles, bisutería y souvenirs artesanales. El bullicio en verano es palpable, con un bonachón San Bernardo haciendo las delicias en mitad de la vía a la luz del sol y unos personajes de ficción que dejan atrás su disfraz para ahogar las penas de su ínfimo salario al resplandor de la luna llena.
Un tímido riachuelo, un arroyo plagado de envidia de los ríos Dniestes, Vístula y Moldavia procedientes de los Cárpatos, parte en dos la arteria de la ciudad a través de su dulce armonía. El remanso del agua relaja los maltrechos pies del viajero después de una larga caminata con su sola presencia y las terrazas de los bares arriman el hombro contra el suyo aprovechando su belleza.

Un arroyo divide las terrazas de los bares en la calle principal de Zakopane, Polonia
La región de Zakopane vive para la montaña, y en la naturaleza de los Tatras se adentran todos sus visitantes. Es fácil encontrarse con mochileros venidos de cualquier rincón en Krupówki, calle arriba, hacia las cimas alpinas; calle abajo, hacia la siguiente parada en su travesía. Los alrededores son idóneos para la escalada, el esquí y el senderismo de uno o varios días. Así pues, Zakopane es un destino propicio para los amantes de la aventura o para las familias que deseeen respirar aire fresco. No dejéis de seguirnos la pista, pues pronto os relataré las dos excursiones a la montaña que realicé.
La ciudad ha sido sede de importantes campeonatos de invierno, tales como las Universiadas, copas de saltos de esquí o Mundiales de Esquí Nórdico. En el año 2006 fue candidata a los Juegos Olímpicos de invierno mientras que en el 2011 lo ha sido de los Mundiales de Esquí. Lamentablemente no ha conseguido su propósito, aunque no me cabe ninguna duda de que acabarán por concederles algún día el evento deportivo invernal más importante.

Los carruajes tirados por caballos es otro medio de transporte en Zakopane
Zakopane destaca por su limpieza. A pesar, incluso, de que los carruajes a caballo son comunes como medio de transporte, no llegué a ver ningún resto orgánico proveniente del interior de los cuadrúpedos. Ni aquí ni en Cracovia, todo un misterio por resolver.
Cómo llegar desde Cracovia a Zakopane
La opción más ecónomica y recomendable es tomar un autobús que en unas dos horas nos deja en Zakopane. Nos subiremos a él en la estación central de autobuses de Cracovia, justo en el lugar donde nos deja el autobús de línea que viene del aeropuerto. El precio del transporte es de 18 zlotys, poco más de 4 euros al cambio. En cuanto al horario no debemos preocuparnos, la frecuencia es de 15-20 minutos.
Más información | Discover Zakopane
Fotografías | Xabier Villanueva Amadoz
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajerosblog | Montes Tatra, la frontera natural entre Polonia y Eslovaquia
2 Comentarios
Jo, me encantó Zakopane… nosotras estuvimos a mediados / finales de un septiembre bastante lluvioso. De hecho llegamos en tren al pueblo, y tuvimos que caminar con la mochila bajo el aguacero y sin paraguas hasta el centro del pueblo. Eso si, tuvimos la suerte de que allí estaban los bomberos repartiendo vasos de Bigos, el plato típico polaco, que nos sentó de maravilla!!
Nos alojamos en una de las «casas» de este camping: snptt.tatrynet.pl/kamping.htm (la web está solo en polaco, pero google translator hace maravillas ;p). Lo encontramos de casualidad porque al que íbamos no nos dejaba alquilar un bungalow solo para 2 personas (y no queríamos plantar la tienda con tanto agua…). No recuerdo exactamente cuanto nos costó, pero si el hecho de que fue MUY barato (ojo, en 2002). Tan barato nos pareció, que le preguntamos 3 veces a la señora si el precio que nos decía era por noche, y ella cada vez nos respondía que eran las 3 noches que estuvimos…
Vaya, la suerte siempre se alía cuando más la necesitas. Dudo que por aquí dieran comida de forma gratuita.
Ahora mismo la estancia sigue siendo barata aunque al ser un destino turístico los precios están inflados para lo que es el nivel de vida de Polonia. En mi caso he tenido sol los días que estuve y es una gozada poder ir después al monte a hacer las múltiples excursiones que existen.
Quien sabe, igual volvemos alguna otra vez. ¿Qué me dices?