Excursión a las cascadas de Kalatówki desde Zakopane, Polonia

Las cascadas de Kalatówki se sitúan en los montes Tatra, frontera natural entre Polonia y Eslovaquia
30 de noviembre de 2011
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Excursión a las cascadas de Kalatówki desde Zakopane, Polonia

El misticismo sobrevuela los montes Tatra de Polonia

Las ciudades de hoy en día aportan un sinfín de ofertas culturales y espacios para cubrir nuestras necesidades de ocio, pero cojean, en su mayoría, porque no le añaden un ingrediente fundamental: el aire limpio. En mi viaje a Polonia hubo tiempo para todo un poco, desde conocer el horror en los campos de concentración de Auschwitz y en las calles del barrio judío de Cracovia, hasta escaparme al encuentro con la naturaleza en los montes Tatra. Es ahí, precisamente, donde vuelvo para hablaros de mi segunda excursión: las cascadas de Kalatówki.

En la primera incursión al corazón de la montaña, el día salió espléndido, con los rayos del sol alumbrando la alfombra verde de los valles colindantes. El terreno picaba hacia arriba aunque era benévolo con las familias que se aventuraban en sus inmediaciones. No había grandes desniveles y el paseo era sumamente placentero. En esta otra ocasión, sin embargo, una tupida niebla se adhirió al paisaje esperando la mejor ocasión para perpetrar una emboscada.

cascadas de Kalatówki

Los arroyos y la arboleda nos hacen el pasillo camino a las cascadas de Kalatówki

Mis defensas estaban bajas; había necesitado un día para reponerme de un malestar que me impidió disfrutar al 100% de la estancia. Caminaba despacio, malherido, con el cuerpo entumecido. Mi cabeza surcaba los cielos como si de un intrépido saltador se tratase. Volaba. Era una mañana como otra cualquiera: pudiente, hambrienta. Sus fauces me apresaron y comenzaron a masticar lentamente mi acogotada alma.

El bosque es un reino animado, lleno de matices; acogedor como pocos, perturbador como muchos. Kalatówki es un laberinto de vegetación que enlaza sus senderos como si de conexiones neuronales se tratase. Llegar al final de un track implica comenzar el siguiente, desviarte hacia uno ya visitado, darte la vuelta y sorprenderte con una nueva perspectiva del lugar.

Los visitantes depositan sus monedas y sus sueños en los ríos de los montes Tatra

Los visitantes depositan sus monedas y sus sueños en los ríos de los montes Tatra

A diferencia de previas reyertas sin importancia, para acometer esta excursión deberemos ir preparados; mentalmente, al menos. La pendiente tiende a inclinarse sin pudor, sirviendo de guarida para unas raíces que emergen del subsuelo y obstaculizan nuestra travesía. Las rocas flotan en la superficie, fosilizadas sobre una tierra que ha erosionado hasta moldear con esmero sus seductoras formas.

El primer tramo es suave, agradable a la vista así como esquivo con la fatiga. El relajante sonido del agua nos acompaña y nos guía como si fuera el Lazarillo de Tormes. El río juega al escondite con nosotros y nos susurra versos al oído cada vez que cruzamos de una orilla a otra; no lo haremos a través de los puentes vivientes de Cherrapunjee, aunque las pasarelas artificiales de madera no desmerecen en absoluto. Nos brindan un bucólico grabado, pincelado a carboncillo y con la particularidad de hacernos sentir protagonistas de un cuento de los hermanos Grimm. Pura magia.

Uno de los coquetos puentes de madera de los montes Tatra en Kalatówki

Uno de los coquetos puentes de madera de los montes Tatra en Kalatówki

La espesura de las arboledas engulle al visitante, hace gárgaras con él y lo escupe de nuevo al camino. Baboso, el viajero mira a su alrededor desconcertado. El mejor clima para realizar excursiones es uno templado, sin altas temperaturas pero con el sol saludando desde el horizonte. En los bosques, sin embargo, no hay nada mejor que la bruma. De esta manera nos embadurnamos con un misterio de leyenda, como el de Sherwood y su forajido emblema, Robin Hood.

El agotamiento hizo mella al comenzar a escalar las cuestas más empinadas; todavía llevábamos el miedo solapado a la espalda. Después de apoyarnos en una osera encarcelada e introducir la curiosidad por sus nocturnos barrotes, los colmillos de una hambrienta bestia hizo tambalear la prisión lanzándonos contra el suelo. Sus garras eran despiadadas, de guante pardo, y la respiración de la alimaña rociaba su cólera contra nosotros. Por suerte escapamos a tiempo, cogiendo la carrerilla necesaria para colgarnos de las paredes verticales que nos llevarían hasta las cascadas de Kalatówki.

Los osos habitan en las inmediaciones de los montes Tatra de Polonia

Los osos habitan en las inmediaciones de los montes Tatra de Polonia

A decir verdad, ni encontramos tal fiera (a pesar de que existen osos en la zona) ni tampoco tuvimos la oportunidad de retratar ningún salto de agua. La cascada estaba desierta, huidiza; quizás por los bramidos del bosque, puede que por nuestra culpa. La lección del monte, de la vida en general, nos enseña a comprender que no debemos bajar los brazos si no se cumplen nuestras expectativas u objetivos. Su enseñanza va más allá, y nos educa, debería hacerlo, a levantarnos de la caída con mayor ímpetu. Echad la vista atrás, ¿acaso no es hermoso el camino recorrido?

El color anaranjado de la hojarasca se abría paso en septiembre, tiñendo las manos de los árboles en las mil y una tonalidades propias de una estación que cogía la directa. El otoño hizo su parada en el andén, con las ardillas resguardándose de su traicionero clima. No hubo días para conocer mejor los montes Tatra. No importa, algún día volveremos.

Los caminos están bien marcados en las montañas Tatra de Polonia

Los caminos están bien marcados en las montañas Tatra de Polonia

Cómo llegar a las cascadas de Kalatówki

Desde Zakopane, desde Krupówki, su calle principal, debemos dirigir nuestros pasos hacia Kuznice y en una de sus rotondas girar hacia la derecha. ¿Cómo saber a qué altura? Es muy fácil, basta con preguntar dónde se encuentran las dos pistas de salto de esquí. No hay pérdida, pues se distinguen desde la carretera y en caso de tener alguna duda cualquier persona nos podrá guiar. Allí se organizan multitud de campeonatos; de hecho, tuve la oportunidad de ver el entrenamiento para uno de ellos.

Tras pasar la segunda pista, la más grande, el camino se tuerce a la derecha. Antes de hacerlo, y siguiendo rectos, un pequeño sendero nos llevará hacia la izquierda bordeándola. Más adelante se separa de nuevo a la derecha y se pierde entre los árboles. Allí es el comienzo y enseguida podremos elegir nuestro destino.

Más información | Kalatówki (en inglés, alemán o polaco)
Fotografías | Xabier Villanueva Amadoz
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | Zakopane, la capital de invierno de Polonia

3 Comentarios
  1. Publicado el 2 diciembre, 2011 a las 9:50 am | Enlace

    Yo solo tuve ocasión de ver el centro de Zakopane, el mal tiempo nos impidió poder hacer ninguna de estas rutas, pero viendo estos post me da que vamos a tener que volver!!!

    • Xabier Villanueva
      Publicado el 2 diciembre, 2011 a las 9:53 am | Enlace

      Te lo recomiendo encarecidamente; a ti y a quienes lean estos posts. Si planeáis volver, avisad, que yo me quedé con ganas de más. Saludos!

  2. jose
    Publicado el 2 marzo, 2015 a las 5:01 pm | Enlace

    Espectacular!

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