
El palacio de Nymphenburg es uno de los palacios más lujosos de Alemania
Nos trasladamos hasta Munich, una hermosa e interesante ciudad de Alemania que esconde lugares tan opulentos como el que narraremos a continuación. Allí es donde encontramos uno de los palacios más elegantes, lujosos y, debido a su estilo barroco, excesivamente recargados. Es el palacio de Nymphenburg, la residencia veraniega de los gobernates de Baviera, el estado al que pertenece Munich. Aunque en realidad, más que un palacio, es un conjunto de palaciegos que comparten su estilo barroco.
El edificio principal se comenzó en el año 1664 por orden de Fernando María y Enriqueta Adelaida de Sabolla y, once años después, se finalizó. Posteriormente, el Palacio fue ampliado y se adjuntó a dicho edificio un establo, una plantación de naranjos y una serie de mansiones que eran conocidas como Schlossrondell. Hoy en día es la sede de la Casa de Wittelsbach, una casa real europea, pero se encuentra abierta al público para que podamos conocer algunos de los secretos de la vida de los gobernantes de Baviera.

El Salón de Piedra ocupa tres pisos del edificio central del palacio de Nymphenburg
En el interior encontraremos muchas habitaciones reformadas entre las que predomina el estilo rococó y el neoclásico, aunque muchas de ellas conservan el decorado y el mobiliario barroco de sus inicios. Una de las salas más grandes es el salón principal del palacio, más conocido como Salón de Piedra. En el cielo de esta habitación, que ocupa más de tres pisos del pabellón central, se encuentran frescos de Zimmerman y de François de Cuvillier. Todos los acabados de la sala, así como las lámparas, están bañados en oro.
Hoy en día, en el lugar que ocupaban en el pasado los establos se encuentra el Marstallmuseum, un museo de carruajes y trineos. Está repleto de las más lujosas y elegantes carrozas que utilizaban reyes y príncipes, entre los que destacan la colección de Luis II, sin duda los más ostentosos de todo el muestrario del museo. En el interior también encontraremos una zona donde podremos contemplar una colección de figuras de porcelana procedentes de la fábrica de porcelana de Nymphenburg. Dicha fábrica opera desde el año 1747 y elabora exquisitos ejemplares porcelanosos como delicados juegos de té, majestuosas figuritas y suntuosos jarrones, que aún hoy en día siguen fabricándose.

En el Marstallmuseum encontraremos lujosos carruejes que utilizaban grandes reyes como Luis II
En una de las las salas del palacio de Nymphenburg encontraremos la denominada Galería de las Bellezas, una habitación decorada con 36 cuadros del artista Joseph Stieler. Cada uno de ellos es un retrato de una dama que vivía por aquel entonces en Munich y que procedía de la aristocracia. Sin duda es todo un repaso a la alta sociedad de la ciudad de la época.
Una vez visto el lujo en el que vivían dentro del palacio de Nymphenburg, salimos al exterior, donde no encontraremos otra cosa que no haya sido pensada para sorprender y provocar la envidia de los visitantes. El parque, de unos 800.000 metros cuadrados, acoge en su interior dos apacibles lagos rodeados de inmensos y coloridos jardines repletos de estatuas de dioses griegos, e incluso hasta una cascada de mármol. En todo este territorio encontraremos algunos pabellones en los que solían celebrarse fiestas, banquetes y reuniones sociales.

El pabellón Pagodenburg se utiliza actualmente para realizar exposiciones de jóvenes talentos de la ciudad
El primero de ellos es el conocido como Pagodenburg, aunque en realidad fue construido como una pagoda china de 12 metros de diámetro. Actualmente, en este edificio de dos pisos, que sigue fielmente el estilo barroco del palacio principal, se realizan exposiciones de artistas de la localidad.
El siguiente de los pabellones es el llamado Badenburg, un gran salón de banquetes cuya atracción principal es su extraño cuarto de baño. Está formado únicamente por una gran piscina climatizada con baldosas blancas y azules, grifos de oro y bancos para sentarse. Sin olvidarnos, cómo no, de los espejos, grandes y dorados.

El pabellón Amalienburg está considerado uno de los más bonitos de todo el complejo de mansiones
El Amalienburg está considerado uno de los pabellones más bonitos del país. Recibe su nombre porque se construyó y diseñó para María Amalia de Austria y es un antiguo refugio de caza decorado al estilo rococó en el que se incluye un Salón de Espejos.
A continuación nos dirigimos al pabellón conocido como Magdalenenklause. El edificio fue construido como unas falsas ruinas a las que retirarse a meditar. El decorado de su interior se aleja totalmente de todo lo visto anteriormente, ya que las paredes están decoradas íntegramente por piedras de colores, conchas, minerales y caparazones. Antaño se llevaba a enfermos a curarlos, ya que tiene un pequeño manantial cuya agua decían que era milagrosa. En la actualidad es una capilla que recibe a multitud de peregrinos que desean conocerla.

El Magdalenenklause son unas falsas ruinas construidas con piedras y conchas
Finalmente, nos queda visitar el templo neoclásico conocido como Monopteros. Se trata de un edificio circular abierto con columnas, juanto al lago del jardín. Posee una bella cúpula y una lámina de mármol en el centro, utilizada en la antigüedad como centro de adoración.
Sin duda es un lujoso lugar que, al visitarlo, nos pondrá los dientes largos, ya que… ¿a quién no le gustaría vivir aquí? Por tan sólo 5 euros podremos adentrarnos en tan bello paraje.
Más información | Muenchen Official Site (en alemán)
Fotografías | Santa Cruiser, Carlos.Carreter, alexpenev, wolfsraum, rubared y rubared
A vista de pájaro | Google Maps