
El Ayuntamiento de Rotterdam, de principios del siglo XX, es uno de los lugares de visita obligada para el viajero
Si vuestro próximo destino viajero son los Países Bajos y aún estáis planificando los lugares que vais a visitar, permitidnos una pequeña recomendación que os puede resultar de interés. Nuestra sencilla propuesta consiste en invitaros a hacer una parada en Rotterdam, una ciudad que tiene mucho que ofrecer al turista con ansias de conocer nuevos lugares.
Esta localidad es la segunda mayor de los Países Bajos, sólo superada por Ámsterdam. Su población es ligeramente superior a los 600.000 habitantes.

La iglesia de Grote of Sint Laurenskerk, un edificio del siglo XV
La importancia de Rotterdam es el resultado de varias circunstancias, como su situación en un lugar de privilegio, en el delta que forman las desembocaduras de los ríos Escalda, Mosa y Rin, y el hecho de contar con el mayor puerto de Europa, conocido como Europoort.
De hecho, la disposición que ocupa Holanda en el mapa geográfico europeo tiene mucho que ver con el apodo con que se conoce de forma popular a la ciudad de Rotterdam: «La puerta de Europa«.

Fotografía del Euromast, una torre de observación de 101 metros de altura
Pese a ser una ciudad cargada de siglos a sus espaldas, Rotterdam se ha convertido en una moderna urbe con múltiples edificaciones diseñadas a partir de las técnicas arquitectónicas más modernas y actuales. Igual sucede con sus calles, plazas y resto de elementos urbanos.
La oferta para el turista que visita Rotterdam es muy variada. ¿Cómo, que todavía no sabéis qué ver allí? Esperad, que os lo cuento. Si buscáis elementos con peso histórico podéis acudir al Ayuntamiento de Rotterdam, visitar la iglesia de los Padres Peregrinos, descubrir la imponente iglesia de San Lorenzo (Grote of Sint Laurenskerk), pasear por Delfshaven o conocer las estatuas de la Ciudad Destruida y de Erasmo.

Instantánea de Delfshaven, un bonito puerto interior caracterizado por sus numerosos edificios históricos
Si os sobra tiempo, o vuestro interés no es estrictamente histórico, podéis descubrir una de las zonas más modernas de la ciudad si os aproximáis a los aledaños de la estación de Blaak.
También hay lugar para la diversión y las emociones fuertes, como la que propone Euromast, una elevada plataforma desde la que se pueden realizar descensos en tirolina. Otras alternativas interesantes son un recorrido por la ciudad en tranvía o una visita al barrio de Chinatown.

Vista nocturna de Rotterdam frente al mar, donde decenas de focos iluminan los cielos para conmemorar el bombardeo de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial
Si os interesa la cultura no os iréis de Rotterdam sin una buena dosis; podéis conocer De Delft, que es la réplica de un barco del siglo XVIII, o alguno de los museos de la ciudad: Museo de Historia Natural, Kunsthal, Museo Boijmans Van Beuningen, Fotomuseo, etc.
Como veis, la visita a Rotterdam no deja indiferente a nadie y es capaz de satisfacer a todo tipo de turistas. ¡Buen viaje!
Más información | Rotterdam
Fotografías | F. Eveleens, William van Bergen Y.S. Groen
A Vista de pájaro | Google Maps
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