
En las profundidades de las cuevas encontraremos el lago Martel
Mallorca es, además de una preciosa isla, un lugar de esos que me gustaría recorrer de norte a sur y de este a oeste. Y es que son muchos los rincones, muchos los pueblos y muchas las playas que merecen la pena. En esta ocasión volvemos a este lugar para hablaros de uno de sus puntos más famosos que podéis visitar: las Cuevas del Drach.
Estas cuevas son, como decimos, uno de los lugares más turísticos de Mallorca debido a su belleza. En sus profundidades encontraremos todo un mundo subterráneo lleno de numerosas estalactitas y estalagmitas y, por supuesto, su joya más preciada, el lago Martel. Eso sí, como sucede en algunos sitios turísticos, tendremos algunos inconvenientes. A continuación te descubrimos cuáles son las ventajas y las desventajas de visitar esta maravilla natural.

Las Cuevas del Drach ofrecen unas vistas preciosas del lago Martel rodeado de estalactitas y estalagmitas
Para llegar a las Cuevas del Drach (del dragón, en castellano), tendremos que dirigirnos hasta el municipio de Manacor, concretamente a Porto Cristo. Una vez que hayamos adquirido nuestra entrada en taquilla nos dirigiemos por un camino y deberemos esperar hasta la hora de nuestra visita, ya que entraremos en grupo. Al entrar en la cueva, iremos perdiendo visibilidad y tendremos que esperar hasta que nuestros ojos se acostumbren un poco a ver en la penumbra; algunos de los vigilantes que encontraremos en el trayecto alumbrarán nuestro camino con linternas cuando sea necesario.
Durante la visita podremos disfrutar de millones de estalactitas y estalagmitas y, en general, unas formaciones asombrosas. Mirar al techo se convierte en una experiencia maravillosa. Poco a poco, iremos bajando por las escaleras e iremos contemplando la preciosa escena y esa iluminación tan mágica que caracteriza a estas cuevas. Aunque, sin duda, la mejor parte llega cuando llegamos a ver el lago Martel, el lago subterráneo que se encuentra en estas cuevas y que, con una longitud de unos 115 metros, es uno de los más largos del mundo.

Durante nuestra visita descubriremos millones de estalactitas y estalagmitas
Una vez hemos terminado de descender por las escalinatas, nos guiarán hasta unas gradas en las que nos pedirán que tomemos asiento para presenciar un pequeño concierto de música clásica a la orilla del lago Martel. Mientras los músicos tocan, la iluminación será escasa y sólo podremos ver el ir y venir de algunas barcas sobre el lago. La experiencia es realmente agradable.
Cuando ya termina el concierto, nos dirán mediante megafonía que hay dos opciones para llegar a la salida: la primera opción es ir caminando y la segunda es subirse en barca. Como ya podréis imaginar, la mayoría de los visitantes prefieren subirse en barca y dar un pequeño paseo por el lago Martel antes de salir, y digo pequeño porque éste no dura más de cinco minutos.

Las Cuevas del Drach tienen una profundidad de hasta 25 metros y una longitud de 2,4 kilómetros
En general, no se puede negar la belleza de estas cuevas, pero tampoco puedo obviar algunos aspectos que no me gustaron de la visita. En primer lugar, el precio de la entrada. Al parecer, las cuevas son de propiedad privada y se han convertido desde hace tiempo en un negocio muy rentable para los dueños. Y digo esto porque, por una hora aproximadamente que dura la visita, cobran una entrada general de 12 euros. A pesar de que merezca la pena ver la caverna, creo que se aprovechan un poco debido a la fama que tiene, sobre todo, teniendo en cuenta que la visita no puede hacerse de forma fluida.
Y es que ese es el otro punto que menos me agradó de la visita, tener que soportar a un gran número de vigilantes prohibiéndote tomar fotos y detenerte un rato para ver algo. El número de personas que entran en la cueva cada hora es, en mi opinión, excesivo, y entonces, para evitar aglomeraciones en un mismo punto, los vigilantes te obligan a continuar y te impiden disfrutar de la visita con tranquilidad. El momento en el que te das cuenta de la gran cantidad de gente que hay en la cueva es cuando estás en las gradas esperando a que lleguen todos los visitantes para poder dar comienzo al concierto.

Fotografía de los jardines exteriores previos a la entrada a las cuevas
Como tantos lugares, este es uno de los que tienen sus pros y sus contras. En mi caso puedo decir que la belleza de las cuevas compensa ese “agobio” del que hablo, aunque es algo que cada cual debe valorar. No hay duda de que una de las desventajas que tienen los sitios tan turísticos es que a veces no puedes disfrutar de ellos como quisieras.
Cómo llegar a las Cuevas del Drach
Las cuevas se sitúan en Porto Cristo, al este de la isla, a 65 kilómetros de Palma, la capital. Para llegar hasta ellas debemos tomar la carretera PMV-401-4 en dirección Porto Colom.
Más información | Cuevas del Drach (página oficial)
Fotografías | Soniacucialeiro (1) y (2), Harry-m, Señora Kaban y Garthof
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | Monasterio de Lluc, el santuario de Mallorca
Un comentario
Hace un tiempo, concretamente el año pasado visite la preciosa isla de Mallorca, me aloje en el hotel Barcelo Cala Viña, me lo recomendaron en la agencia pikabillete.com, y he de decir que el hotel no estaba nada mal, la verdad es que me gusto, pero me quede con las ganas de visitar las Cuevas de Drach, así que espero poder ir otra vez, aunque tal y como está la cosa de dinero… creo que tardare un tiempo en pegarme un buen viaje.
Me ha encantado leer esta publicación de tu blog, gracias por compartir 🙂