
El tranvía amarillo de Lisboa se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad | Josu O.
Lisboa se está convirtiendo, día tras día, en una de las principales ciudades europeas que más gozan de salud turística. Su historia, sus calles, sus rincones y su cultura la convierten en uno de los principales destinos del continente.
Cuando pensamos en Lisboa lo primero que nos viene a la cabeza es la típica imagen del famoso tranvía amarillo subiendo por una de las inclinadas colinas de la ciudad. Y es que en el centro histórico la gente todavía se desplaza de un lugar a otro en este clásico medio de transporte. Estos genuinos tranvías amarillos constituyen un modo encantador de conocer la ciudad, aunque solo los encontraremos en el centro histórico de la capital, recorriendo las colinas y siguiendo el río hasta Belém.
La empresa que gestiona estos tranvías en Lisboa es Carris, una entidad dedicada al medio de transporte público que se fundó en 1872. En 1901, Carris presentó al público el servicio de “coches eléctricos”, que es el nombre que se le dio al que hoy conocen popularmente como o amarelo («el amarillo», en castellano).

El tranvía amarillo subiendo por las estrechas calles en las colinas de la ciudad representa una imagen típica de la ciudad | Robsike
Importados de Estados Unidos, los tranvías eléctricos representaron un gran progreso para el transporte público de la ciudad, ya que se encargaron de sustituir los antiguos carruajes de caballos, que eran el principal medio de transporte de la época.
Para los viajeros que llegamos a Lisboa, el tranvía amarillo representa un auténtico lujo, que nos acercará a los lugares más representativos de la ciudad, a la vez que nos permitirá disfrutar de excepcionales vistas panorámicas de la ciudad, como divisar el simbólico puente 25 de Abril o los característicos tejados rojos de las viviendas lisboetas.
Los recorridos
Hay varios tipos de tranvías, si bien el más famoso es el conocido como Eléctrico 28, que es el que realiza un recorrido puramente turístico por los lugares más emblemáticos de la ciudad.

En el tranvía entregan unos auriculares para que vayamos escuchando la narración en nuestro idioma | Mundo Desconcertante
Lo más normal es coger el tranvía 28 en pleno centro de la ciudad, junto a la plaza del Comercio. Una vez subidos, lo más común es cogerlo en dirección a Alfama, recorrido en el que nos encontraremos, entre otros, con la iglesia de Conceição o la Sé, la catedral de Lisboa.
Con este tranvía también podremos bajarnos para conocer la zona de Estrela, el palacio de São Bento, la Baixa y Chiado, el famoso castillo de San Jorge, o llegar incluso hasta el espectacular monasterio de los Jerónimos y la torre de Belém.
En cuanto a sus características físicas, los tranvías son de madera, la dirección es manual y son, por lo general, pequeños e inestables, si bien es cierto que hay algunos más modernos que otros. No están adaptados para minusválidos y tampoco son el medio de transporte más agradable ni adecuado para llevar carritos de bebé, primero porque sus puertas son muy estrechas, y segundo porque por lo general suelen ir abarrotados.

Los tranvías eléctricos son manuales y funcionan a través de un sistema de mandos con botones y una pequeña manivela | Gerard G.
Horarios y precio
A la hora de pensar en utilizar este tranvía, hay que tener en cuenta que solo funcionan de 6:30 a 24:00 horas. Un billete sencillo cuesta 2,85 euros.
En definitiva, los representativos tranvías de Lisboa representan una agradable forma de moverse por las calles y colinas del centro histórico y turístico, que nos permitirá conocer la ciudad de un modo peculiar y tradicional.
Más información | Carris (en portugués o inglés)
A vista de pájaro | Google Maps
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Un comentario
Cuando estuve en Lisboa lo vi; justo tras subir la cuesta más empinada que he visto en mi vida cargando con la maleta… Adv