El primer día que llegué a Bruselas, en octubre, el cielo estaba gris y llovió a mares | Xabier Villanueva
Para visitar lo mejor posible una ciudad, es preciso conocer de antemano sus pros y sus contras. Bélgica, como quien dice, está a tiro de piedra porque multitud de aerolíneas operan con sus aeropuertos. Su capital es de las localidades más visitadas y, por eso mismo, el día de hoy me gustaría hablaros del clima de Bruselas.
Por si llegáis ilusionados hasta este artículo pensando en que vuestra estancia de Erasmus o en algún trabajo dentro del Parlamento Europeo va a ser cálida, os aviso desde ahora, sin malicia, pues soy el primero que lo sufrió en sus carnes durante un año, que el sol es un objeto muy preciado del que no hallaréis ninguna pista. Al viajero le da igual, 2-3 días son suficientes para visitar la ciudad, pero para quien se aloje entre sus adoquinadas calles, puede resultar deprimente.
Según recoge la Wikipedia, en Bruselas se respira un clima marítimo temperado. Habla de veranos comedidos y de inviernos no excesivamente austeros. Disfraza los términos añadiendo que existen “importantes precipitaciones repartidas a lo largo del año”, cuando en realidad, la definición debería ser que no deja de llover en todo el año.
La Basílica de Koekelberg de Bruselas teñida de blanco en invierno | Xabier Villanueva
Mi año en Bruselas resultó ser un retiro en el que di forma a mi primera novela. Desde mi ventana, veía brotar la muerte y esfumarse la vida con el cambio de estaciones, comprobando en slow motion que los árboles se visten y se desvisten como cualquier persona. El cielo siempre era hosco, huraño, avinagrado con una sombra de ojos grisácea que no dejaba ver la sonrisa de un sol aletargado.
Cuando salía a pasear, mis huesos decían que en la capital del chocolate y la cerveza hacía un frío del carajo y eso, teniendo en cuenta que soy del norte, dice bastante. Las cifras hablan de una temperatura media en invierno de 3 °C, aunque la sensación térmica nos hace pensar que es menor. No en vano, la mayoría de veces el termómetro tirita en negativo. En Bruselas nieva, bastante, cubriendo de blanco sus rincones varios días seguidos.
A veces, el sol hace su aparición en Bruselas, como podéis ver en el Parque del Cincuentenario | Xabier Villanueva
El verano, ese verano en el que se pueden alcanzar 30 °C, no existe. Hay días con sol, días en los que hace calor, pero disponer de 4-5 días buenos seguidos es una utopía de muy mal gusto. Por si fuera poco, en julio y agosto la bóveda de la ciudad no para de llorar, especialmente en el mes de mis añorados Sanfermines.
La mejor fecha para visitar Bruselas es, con diferencia, septiembre. La capital vive un precoz verano y las lluvias suelen olvidarse de aguar la fiesta al viajero.
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | Cómo llegar del aeropuerto al centro de Bruselas
2 Comentarios
Vivo aquí, en Bruselas, desde hace 20 años, soy española del sur, aunque he pasado otros 20 años en Madrid. no sé que año andarias por aquí, sí, tenemos un clima continental templado. Llueve bastante, como en gran parte de europa medio-norte, pero menos que en el norte de España (puedes comprobar en precipitaciones por año). y sí,no es el sur de europa pero el sol sale, hoy a raudales, a 10 de diciembre. Hay años mejores y peores, como en todas partes. un consejo, no vayas a pasar un año a Paises Bajos y mucho menos a Dinamarca. en esos paises te ibas a enterar bién de lo que es la sensación térmica.
El tiempo es lo peor que tiene Bruselas. Hay años en que te pasas meses sin apenas disfrutar de algún día de sol, y otros como éste último que está haciendo un tiempo espléndido… probablemente el mejor de los últimos diez años