
Los filetes de 'wiener schnitzel' que encontramos en restaurantes austriacos pueden tener proporciones mayores a las del plato en los que son servidos
Es curioso cómo los platos más típicos de algunos países y ciudades resultan tan sencillos que cuesta creer que haya lugares que sean famosos por elaborarlos. Es el caso, por ejemplo, del famoso wiener schnitzel, o escalope vienés. Por más sencillo que nos pueda parecer, no encontraremos un lugar en el mundo donde se preparen tan deliciosos escalopes.
Y es que, además de exquisitos, otra característica de este plato vienés es que en Austria sirven los escalopes de un tamaño que nunca hubiéramos imaginado que seríamos capaces de terminar. Algunos son tan inmensos que ocupan todo el plato y no queda otra que servir la guarnición en recipientes aparte.
En la antigüedad, los árabes ya conocían la carne empanada, y de ellos dependió su introducción en Europa. Fueron los italianos los que en un primer momento se apropiaron de la receta, y de ahí que se hayan hecho famosos por cocinar la que mucha gente conoce como milanesa. Sin embargo, fue en Austria donde se le añadió por primera vez la harina y donde empezaron a freír los escalopes en mantequilla en lugar de aceite, algo que hace que el schnitzel vienés tenga ese tacto tan crujiente.
Este plato típico vienés se elabora de una manera tan sencilla como sabrosa. El wiener schnitzel se prepara, por lo general, con un pedazo fino de carne de ternera, que se golpea con un mazo para emblandecerla. Posteriormente se sumerge en harina de trigo, huevo batido y pan rallado, y luego se fríe en mantequilla clarificada. En ocasiones también se sazona con pimienta negra molida u otras especias.
Plato típicamente austriaco, este plato se acompañará con ensalada de patatas, patatas fritas o ensalada de lechuga y tomate, y se servirá con rodajas de limón para el que le guste exprimirlas sobre la carne.
En definitiva, sólo necesitaremos filetes de ternera muy finos, harina, huevo, pan rallado, sal, aceite y, opcionalmente, pimienta negra molida y limón.
Así de sencillo es preparar un verdadero y tradicional schnitzel. Facíl, rápido, para toda la familia y perfecto para los no expertos en cocina. Pero, sin lugar a dudas, habrá que visitar Viena para degustar este típico plato que solo ahí saben hacer a la perfección.
Fotografía | lirena
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2 Comentarios
Ese wiener schnitzel es enoooorme… ya veo que tendré que visitar Viena para probarlos de tal colosal tamaño… jejeje por algo llevarán su nombre! 🙂
Bromas a parte, un artículo muy interesante.
Un saludo,
Sonia.
yo probé la Wiener Schnitzel y vivi para contarlo!! con kartoffelsalat por supuesto! manjar de manjares!