
La basílica de San Esteban, la más grande de todo Budapest
La capital de Hungría, Budapest, es mundialmente conocida como la ciudad que está dividida por un río, el Danubio. La ciudad de Buda es la más antigua, y, dada su rápida extensión, decidieron ampliar la ciudad en la otra orilla del río, motivo por el cual «nació» Pest, que se constituyó como el centro económico de la ciudad.
Mi viaje a Budapest es el comienzo de una ruta de interraíl por los países de Europa del Este. El viaje comienza en Hungría y termina en Grecia, pasa por Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia y Bulgaria. Visitamos las principales capitales en tren, viajando de día o de noche, por todo el interior hasta «tocar» la costa de Thessaloniki, donde termina el viaje.
Consejos y recomendaciones
- Si llegas en avión, pide un mapa de la ciudad en el punto de información que hay en el aeropuerto y pregunta qué cinco cosas te recomiendan ver. Luego haces tus planes, pero ya tienes una idea hecha de lo que puedes hacer. Pregunta cómo ir hasta el centro de la ciudad y que te lo señalen en el mapa (el húngaro es intuitivo pero algunas veces resulta inteligible, lo mismo que la pronunciación para paradas de metro y/o lugares que visitar).
- Compra los billetes de metro y/o bus en el kiosco de prensa del aeropuerto. Son mucho más baratos que en el propio transporte público o en la máquina dispensadora de billetes. Si todavía no has cambiado euros por florines, no te preocupes, en el kiosco también se puede pagar con euros.
- Para ir desde al aeropuerto al centro de la ciudad, compra dos billetes de transporte público por persona en el kiosco. Tendrás que coger el autobús y el metro. El autobús es el número 200E, que pasa cada 5-7 minutos desde el aeropuerto. El trayecto dura 30-40 minutos. Baja en la última parada. Después coge el metro –recomendable línea 3, que llega hasta el centro– y una vez te subas no tires el billete. Guárdalo porque te lo pedirán en cuanto vayas a salir de la estación. Si lo descuidas tendrás que pagar una multa.

El castillo de Buda, desde el que se divisa todo Pest si subes hasta arriba
Alojamiento para mochileros
Buscamos varios hostels en internet desde España. Pero el que más nos convenció, por precio y localización, fue Hostel Marco Polo. Las habitaciones están limpias, cuidadas, amplias y son cómodas. Compartíamos habitación con otras siete personas. Disponen armarios con llave para guardar las mochilas y cosas de valor. Abre 24 horas, dispone de ordenadores con internet, un salón al aire libre donde poder desayunar/comer/cenar y máquinas dispensadoras de bebidas –que sólo funciona con florines–.
Se recomienda alojarse en Pest, ya que Buda, la ciudad antigua y que está al otro lado del Danubio, apenas tiene «vida» más allá del recorrido turístico. Pest, por el contrario, al ser una ciudad «nueva», tiene más lugares que visitar, calles que recorrer, restaurantes donde comer y alojamientos donde dormir.
Qué ver en Budapest
La ciudad, de manera aproximada y sin profundizar demasiado, se puede ver en tres días. El recorrido que se va a explicar a continuación es exprés, ya que mi estancia en la capital húngara no duró ni 24 horas, por lo que se ofrecerá una visión superficial de la ciudad.

Termas Baños Rudas, las más autóctonas y poco turísticas
En Buda:
- Las termas o baños termales. Recomiendo ir a Baños Rudas y no ir a Danubios Hotel Gellért Budapest. El primero suele visitarlo el húngaro de a pie, mientras que el segundo son un conjunto de termas que están dentro de un hotel de cinco estrellas, por lo que están plagadas de turistas y su precio es mucho más alto. Los 4.000 florines (alrededor de 15 euros) que cuesta la entrada dan derecho a termas, durante un tiempo ilimitado, vestuario, ducha y tres piscinas. Para comprar la entrada hay que esperar largas colas (si acudes sobre las 13:00 horas hay mucha más afluencia que si acudes por la mañana).
Por su parte, los Baños Rudas son baños termales donde encontrarás gente autóctona de la ciudad y algún que otro turista. Aunque la recepción asuste un poco –están en obras actualmente– el interior deslumbra. Id preparados con toalla, bañador y chanclas. La entrada cuesta 3.200 florines (11,50 euros) y te da derecho a las termas de agua fría y caliente y a la sauna por un tiempo ilimitado. Si se quieren recibir masajes y darse baños en la piscina climatizada el precio es algo mayor. Cuenta con vestuarios unipersonales y una zona cómoda, provista de hamacas, para relajarse. Las termas están en la oscuridad, aunque la cúpula que la recubre tiene algún que otro cristal desde el cual entra algo de luz. También cuenta con relojes para controlar el tiempo que se está dentro y cuatro piscinas muy pequeñas donde el agua está a diferentes temperaturas (entre los 25 y 35 grados centígrados). Los baños de agua fría están a 16 grados. También con duchas para antes y después de estar en las termas. - El castillo de Buda. El castillo de Buda es excepcional desde abajo y desde arriba; las vistas son alucinantes. La entrada cuesta 1.800 florines por persona, lo equivalente a 6,5 euros, y se puede subir tanto andando (por las escaleras o la cuesta que hace zigzag y que recorre toda la muralla) o en funicular. Si se sube en funicular hay que pagar 840 florines, aparte de la entrada, por persona (casi 3 euros).

Fotografía del parlamento de Pest al caer la noche
En Pest:
- El Parlamento. Es casi una visita obligada. No te puedes ir de Budapest sin visitar el Parlamento, que, como se podrá observar, es el más grande en cuanto a extensión de toda la Unión Europea. Destaca, sobre todo, de noche, cuando las luces alumbran toda su fachada. Está situado nada más cruzar el puente de los candados, uno de los puentes que cruza el Danubio.
- La basílica de San Esteban o Szent István tér. Hungría es un país de tradición católica y cuenta con una minoría protestante. La basílica es la más grande de todo Budapest, y al estar situada en el centro de una plaza, parece que es mucho más grande que su tamaño real. Se pueden subir a una de las torres, aunque hacerlo serán 400 florines (aproximadamente 1,82 euros), desde donde se podrán contemplar unas vistas increíbles del Danubio y de la ciudad de Buda.
- Las calles peatonales. Lo bueno que tiene Budapest es que es una ciudad por la que se puede andar, es cómoda, plana y bien asfaltada. Si quieres conocer la ciudad, lo ideal es que te pierdas por las calles del casco antiguo, pero es imprescindible caminar por la calle Rákóczi, Andrassy y Erzsébe.
- Isla Margarita. Se llega a ella por el puente Maroll. Nada más cruzarlo, te encontrarás con el pulmón verde de Budapest. Es mejor recorrerlo de día, pero si se va de noche y se quiere descansar del tránsito de coches y el turismo, es mejor acudir al casino de la ciudad que está situado en esta isla. Se puede pedir algo de comer y beber y su precio es razonable.
Para salir de Budapest y llegar a Zagreb hay que coger el tren que sale a las 6:15 de la mañana desde la estación de tren del Este, situada al final de la calle Rákóczi, una de las principales avenidas peatonales. El tren llega a Zagreb sobre las 12:15 de la mañana, sin contar retrasos o problemas en las vías, algo común en estos países. Es recomendable llevarse ropa cómoda para el viaje de noche, bocatas para cenar, algo para desayunar y una botella de agua. Los control passport suelen comenzar en el momento en el que se cruza la frontera hasta que se llega a Zagreb.
Próximo destino, Zagreb, la capital de Croacia.
Fotografías | Adriana Ortiz Galbe, nick1915 y Giam
A vista de pájaro | Google Maps
En Viajeros Blog | Plaza de los Héroes en Budapest y Bastión de los Pescadores en Budapest
Un comentario
Dos recomendaciones:
Paseo en barco por el Danubio. En la orilla cerca del Parlamento están las taquillas para reservar. Yendo por tu cuenta sale muy bien de precio con cena incluida.
Pagar los transportes públicos, los revisores están al acecho de los turistas y no destacan precisamente por su amabilidad.
Una de esas ciudades que no se pueden dejar de visitar.