
17 nuevas pirámides han sido encontradas en la localidad de Saqqara
Cuando creemos que lo hemos visto y etiquetado todo viene una nueva tecnología y asombra al mundo entero. Cuando hablamos de pirámides, a pesar de que hay infinidad de civilizaciones que las construían, todos miramos al país africano de Egipto. Es el lugar donde más estudios se han realizado, donde más arqueólogos han ido para desentrañar sus misterios. También ha sido una de las zonas más dañadas por el mercadeo, por prevalecer el beneficio económico al cultural, aunque ése es otro tema.
La noticia es que se han encontrado 17 nueva pirámides en la localidad de Saqqara, que se encuentra a unos 30 kilómetros de El Cairo. El hallazgo ha sido posible gracias a unas imágenes tomadas por satélite. La investigación se llevó a cabo con la financiación de la NASA a cargo de un laboratorio estadounidense. Como cabeza del proyecto se encuentra Sarah Parcak, todavía sorprendida por el alcance de los resultados.
El equipo de investigadores empleó cámaras fotográficas muy poderosas que adosó en satélites situados a 700 kilómetros de altura. Se analizaron las imágenes con detenimiento, valiéndose de que esas cámaras tienen la tecnología para identificar objetos menores a un metro de diámetro. Para tal propósito, han usado infrarrojos con los que podían observar distintos tipos de materiales por debajo de la tierra.

Fotografía de la arqueóloga Sarah Parcak y su equipo
Este hecho ha sido clave para combinarlo con la lógica. El material utilizado por la civilización egipcia era ladrillo de barro, que lo empleaban para edificar sus casas y sus templos. Al ser un elemento más denso que el suelo que lo rodea, ha sido factible percatarse de las formas de los edificios sepultados bajo tierra. La cadena británica de televisión BBC acompañó a la científica hasta Egipto, para comprobar si en verdad las excavaciones podían dar veracidad a sus estudios. Allí grabaron el documental «Las ciudades perdidas de Egipto”, en las inmediaciones de Saqqara debido a que podían existir dos pirámides enterradas. Ha pasado el tiempo y no sólo se han cumplido los indicios sino que además se han superado con creces, convirtiéndose ahora una de las excavaciones arqueológicas más importantes de todo Egipto.
Parcak da por hecho que existen innumerables tesoros por descubrir todavía. Según ella, “estos son sólo lugares cercanos a la superficie. Hay otros miles de sitios que el Nilo ha cubierto con sedimentos. Este es sólo el comienzo de este tipo de trabajos. Se excavó una casa construida hace 3.000 años que fue identificada gracias a las imágenes de satélite, cuya estructura coincide casi a la perfección. Ese ejemplo le otorgó una gran validez a la tecnología”.
Viendo el éxito de esta novedosa técnica, las autoridades piensan emplearla para fines de conservación. En el futuro será posible proteger las antigüedades porque se puede llegar a saber incluso si una tumba ha sido saqueada o no. De esta manera, se podría alertar a la Interpol del caso y se empezaría la investigación de esas obras que podrían encontrarse en venta. La egiptóloga atisba esperanzas también en ayudar a implicar a los jóvenes, llenándolos de motivación. Según sus palabras, “es una herramienta importante para concentrarnos en donde estamos excavando”. Esto, qué duda cabe, mejora el rendimiento y permite hacer costosas excavaciones con la certeza de que se va a encontrar algo.
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